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Historia de la República Dominicana

Era precolombina

Los taínos Taínos de La Española

Las sucesivas olas de inmigrantes Arahuacos, moviéndose hacia el norte desde el delta del Orinoco en América del Sur, se establecieron en las islas del Caribe. Alrededor del año 600, los indios taínos, una cultura arahuaca, llegaron a la isla, desplazando a los habitantes anteriores. Los últimos migrantes arahuacos, los caribes, comenzaron a moverse hasta las Antillas Menores en el siglo XII, e invadían aldeas taínas en la costa oriental de la isla al mismo tiempo que arribaban los españoles en 1492.

Los taínos llamaban a la isla Quisqueya (madre de todas las tierras) y Ayiti (tierra de altas montañas). En el momento de la llegada de Colón en 1492, el territorio de la isla consistía en cinco cacicazgos: Marién, Maguá, Maguana, Jaragua y Higüey. Estos eran gobernados respectivamente por los caciques Guacanagarix, Guarionex, Caonabo, Bohechío y Cayacoa.



Época colonial (1492-1821)

Cristóbal Colón Cristóbal Colón llegó a la isla en su primer viaje el 5 de diciembre de 1492, dándole el nombre de La Española. Creyendo que los europeos eran de alguna forma seres sobrenaturales, los taínos les dieron la bienvenida con todos los honores. No tardó mucho tiempo en que el sistema igualitario de los taínos se enfrentó a las estructuras del sistema feudal de los europeos. Esto llevó a los europeos a tratar a las tribus de forma violenta.

Guacanagarix Colón había consolidado una firme alianza con Guacanagarix, quien era un poderoso jefe de la isla. Después del naufragio de la Santa María, Colón decidió establecer una pequeña fortaleza con una guarnición de hombres que podrían ayudarle a reivindicar esta posesión. El fuerte se llamó La Navidad, desde los acontecimientos del naufragio y la fundación del fuerte ocurrido el día de Navidad. La guarnición, a pesar de toda la riqueza y belleza de la isla, fue sacudida por las divisiones que terminaron en un conflicto entre estos primeros europeos. Los más rapaces comenzaron a aterrorizar a los miembros de las tribus taínas, Ciguayo y Macorix hasta el punto de intentar llevarse a sus mujeres.

En 1493, Colón regresó a la isla en su segundo viaje y fundó la primera colonia española en el Nuevo Mundo, la ciudad de La Isabela. En 1496, su hermano Bartolomé Colón estableció el asentamiento Santo Domingo de Guzmán en la costa sur, que se convirtió en la nueva capital. Se estima que los 400,000 taínos que vivían en la isla fueron esclavizados antes de trabajar en las minas de oro. Como consecuencia de la opresión, el trabajo forzoso, el hambre, las enfermedades y asesinatos en masa, se estima que para el 1508 ese número se había reducido a alrededor de 50,000. En 1535, sólo 6,000 estaban vivos.

Durante este período, la dirección española cambió de manos varias veces. Cuando Colón partió en otra exploración, Francisco de Bobadilla se convirtió en gobernador. Las acusaciones contra Colón por parte de los colonos debido a su mala gestión se agregó a la situación política tumultuosa. En 1502, Nicolás de Ovando sustituye a De Bobadilla como gobernador, con un ambicioso plan para ampliar la influencia española en la región. Fue él quien tuvo un trato más brutal con la mayoría de los taínos.

Enriquillo Un rebelde, Enriquillo, liderando un grupo de los que habían huido a las montañas, atacaron a los españoles en varias ocasiones durante catorce años. Finalmente, los españoles le ofrecieron un tratado de paz. Además, le dieron a Enriquillo y sus seguidores su propia ciudad en 1534. La ciudad no duró mucho, ya que, varios años después de su creación, una rebelión de esclavos la quemó, matando a todos los que se encontraban dentro de la misma.

Extinción taína y esclavitud africana

Esclavos africanos En 1501, los monarcas españoles, Fernando e Isabel, concedieron el primer permiso a los colonizadores del Caribe para importar esclavos africanos, los cuales comenzaron a llegar a la isla en 1503. Estos africanos han tenido la influencia racial más dominante, y su rica y antigua cultura ha tenido una secundaria influencia sobre el carácter cultural de la moderna República Dominicana. En 1510, la primera gran expedición, que consistió en 250 negros ladinos, llegó a La Española desde España. Ocho años más tarde los esclavos de origen africano llegaron a las Indias Occidentales. La caña de azúcar fue introducida a La Española desde las Islas Canarias, y el primer ingenio azucarero en el Nuevo Mundo fue establecido en 1516, en La Española. La necesidad de una mano de obra para satisfacer la creciente demanda del cultivo de la caña de azúcar condujo a un exponencial aumento de la importación de esclavos en las dos décadas siguientes. Los dueños de los molinos de azúcar pronto formaron una nueva élite colonial, convencieron al rey de España para que pudieran elegir a los miembros de la Real Audiencia de entre sus filas. Los colonos más pobres subsistían de la caza y las manadas de ganado salvaje que vagaban por toda la isla y de la venta de sus pieles.

La primera revuelta importante de esclavos en América ocurrió en Santo Domingo en 1522, cuando los musulmanes esclavizados de la nación wolof encabezaron un levantamiento en la plantación de azúcar del almirante don Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón. Muchos de estos insurgentes lograron escapar a las montañas donde formaron comunidades cimarronas.

En la década de 1530, las bandas cimarronas se habían vuelto tan numerosas que en las zonas rurales, los españoles sólo podían viajar con seguridad fuera de sus plantaciones en grandes grupos armados. En la década de 1540, el Mar Caribe había sido invadido por los piratas ingleses, franceses y holandeses. En 1541 España autorizó la construcción de la muralla de Santo Domingo, y decidió restringir los viajes por mar a los convoyes armados. Otra medida, la cual destruiría la industria azucarera de La Española, en 1561 La Habana, más estratégicamente ubicada en relación con la Corriente del Golfo, fue seleccionada como el punto de detención destinados a las flotas mercantes, las cuales tenían un monopolio real sobre el comercio con las Américas. En 1564, la ciudades principales del interior de la isla, Santiago de los Caballeros y Concepción de La Vega fueron destruidas por un terremoto.

Declive colonial, breve dominio francés

Sir Francis Drake Con la conquista del continente americano, La Española declinó rápidamente. La mayoría de los colonos españoles abandonaron la isla por las minas de plata de México y Perú, mientras que los nuevos inmigrantes españoles omitieron la isla. La agricultura disminuyó, las importaciones de nuevos esclavos cesó, y los colonos blancos, negros libres y esclavos por igual vivían en la pobreza, debilitándose la jerarquía racial y entremezclándose la ayuda, dando lugar a una población predominantemente mixta entre españoles, africanos, y taínos. En 1586, Sir Francis Drake ocupó la ciudad de Santo Domingo, cobrando un rescate por su retorno al dominio español.

En 1605, España, descontenta de que Santo Domingo estaba facilitando el comercio entre sus otras colonias y otras potencias europeas, ordenó al gobernador Antonio de Osorio atacar las vastas zonas de las regiones norte y oeste de la colonia, forzando a sus habitantes a reasentarse más cerca de la ciudad de Santo Domingo. Esta acción, conocida como devastaciones de Osorio, resultaron desastrosas, más de la mitad de los colonos reubicados murieron de hambre o enfermedad. Francia aprovecho la retirada de España y estableció un control directo en 1640, reorganizándola como una colonia oficial y ampliando la costa norte de la isla, cuyo extremo oeste España se lo cedió a Francia en 1697 bajo el Tratado de Ryswick.

Revolución haitiana en 1791 Con el estallido de la Revolución haitiana en 1791, las familias ricas urbanas vinculadas a la burocracia colonial, huyeron de la isla, mientras que la mayoría de los hateros rurales (ganaderos) se mantuvieron, a pesar de que perdieron su principal mercado. En 1795, Francia obtuvo el control de toda la isla en virtud de los Tratados de Basilea. En 1801, Louverture arribó a Santo Domingo, para proclamar la abolición de la esclavitud en nombre de la República Francesa. Poco después, Napoleón envió un ejército que sometió toda la isla y la gobernó durante unos meses. Mulatos y negros de nuevo se levantaron en contra de estos franceses en octubre de 1802 y finalmente los derrotaron en noviembre de 1803. En 1805, tras coronarse emperador, Jean-Jacques Dessalines invadió, llegando a Santo Domingo antes de retirarse ante un escuadrón naval francés. En su retirada a través del Cibao, los haitianos saquearon las ciudades de Santiago y Moca, matando a la mayoría de sus residentes y ayudando a sentar las bases de dos siglos de animosidad entre los dos países.

Los franceses ocuparon la parte oriental de la isla, hasta que fueron derrotados por los habitantes españoles en la Batalla de Palo Hincado el 7 de noviembre de 1808 y la capitulación definitiva del asediado Santo Domingo el 9 de julio de 1809, con la ayuda de la Marina Real Británica.


Ocupación haitiana (1822-1844)

La ocupación haitiana de veintidós años que siguieron se recuerda por los dominicanos como un período de régimen militar brutal, aunque la realidad es más compleja. Se llevaron las expropiaciones de tierras a gran escala y esfuerzos fallidos por obligar a la producción de cultivos de exportación, imponer el servicio militar, restringir el uso de la lengua española y eliminar las costumbres tradicionales, como las peleas de gallos. A los dominicanos se les reforzó la percepción de sí mismos como diferentes de los haitianos en "idioma, raza, religión y costumbres nacionales". Sin embargo, este fue también un período que terminó definitivamente con la esclavitud como una institución en la parte oriental de la isla.

Segunda independencia (1844-1861)

La primera constitución de la República Dominicana fue aprobada el 6 de noviembre de 1844. Se incluyó una forma de gobierno presidencial con muchas tendencias liberales, pero se vio empañada por el artículo 210, impuesta por Pedro Santana en la Asamblea Constituyente por la fuerza, dándole los privilegios de una dictadura hasta que la guerra de independencia terminara. Estos privilegios no sólo le sirvieron para ganar la guerra, sino también le permitió perseguir, ejecutar y conducir al exilio a sus opositores políticos, entre los que se encontraron Juan Pablo Duarte. Durante la primera década de independencia, Haití intentó varias invasiones para reconquistar la parte oriental de la isla: en 1844, 1845, 1849, 1853 y 1855-1856. Aunque cada una fue malograda, Santana siempre utilizaba la amenaza de la invasión haitiana como una justificación para la consolidación de sus poderes dictatoriales.

Sin carreteras adecuadas, las regiones de la República Dominicana se desarrollaron en forma aislada unas de otras. En el sur, la economía estaba dominada por la ganadería y esta región conservó un carácter semi-feudal. En el Valle del Cibao, los más ricos campos agrícolas de la nación, los campesinos complementaron sus cultivos de subsistencia con el cultivo del tabaco para la exportación, principalmente hacia Alemania.

La "Era de Trujillo" (1931-1961)

Rafael Leónidas Trujillo Rafael Leónidas Trujillo estableció el control político absoluto con severa represión de los derechos humanos nacionales, mientras que fomentaba el desarrollo económico (de la que sobre todo él y sus partidarios se beneficiaron). Trujillo utilizó su partido político, el Partido Dominicano, como un sello gomígrafo de sus decisiones. La verdadera fuente de su poder fue la Guardia Nacional, la institución más grande, mejor armada, y la más centralmente controlada que cualquier fuerza militar en la historia de la nación. En 1940, el gasto militar dominicano fue del 21% del presupuesto nacional y al mismo tiempo, desarrolló un elaborado sistema de agencias de espionaje. A finales de 1950, hubo al menos siete categorías de agencias de inteligencia, espiandose una con otra, así como al pueblo. Todos los ciudadanos eran obligados a llevar tarjetas de identificación y los pases de buena conducta de la policía secreta. Obsesionado con la adulación, Trujillo promovió un culto a su extravagante personalidad. Cuando un huracán asotó Santo Domingo en 1930, matando a más de 3,000 personas, Trujillo reconstruyó la ciudad y la bautizó como "Ciudad Trujillo", además cambió el nombre de la montaña más alta del país y del Caribe, el Pico Duarte por "Pico Trujillo". Todos los proyectos de obras públicas requerían tener una placa con la inscripción "Era de Trujillo, Benefactor de la Patria".

Trujillo y su familia establecieron un cuasi monopolio sobre la economía nacional. En el momento de su muerte, había acumulado una fortuna de alrededor de $800 millones, él y su familia poseían un 50-60 por ciento de las tierras cultivables, alrededor de 700,000 acres (2,800 km²), y las empresas de propiedad de Trujillo el 80% de la actividad comercial en la capital.

En 1956, los agentes de Trujillo en Nueva York mataron a Jesús Galíndez, un exiliado vasco que había trabajado para Trujillo, pero que más tarde denunció el régimen de Trujillo y lo había puesto en la opinión pública en los Estados Unidos. En agosto de 1960, la Organización de Estados Americanos (OEA) impuso sanciones diplomáticas contra la República Dominicana como resultado de la complicidad de Trujillo en un intento de asesinar al presidente venezolano Rómulo Betancourt.

Ante el temor de que el país se podría unir en contra de Trujillo y ser sustituido por los comunistas, la CIA ayudó a un grupo de disidentes dominicanos para asesinar a Trujillo en una persecución automovilística camino a su casa de campo cerca de San Cristóbal el 30 de mayo de 1961.

Las sanciones se mantuvieron en vigor después del asesinato de Trujillo. Su hijo Ramfis asumió el control de facto, pero fue depuesto por sus dos tíos, después de una disputa sobre la posible liberalización del régimen. En noviembre de 1961, la familia Trujillo, se vio obligada a exiliarse, huyendo a Francia, y el hasta ese momento presidente títere Joaquín Balaguer asumió el poder definitivo.

Cuarta República (1966-presente)

Los doce años de Balaguer (1966-1978)

Joaquín Balaguer En junio de 1966, Joaquín Balaguer, líder del Partido Reformista (que más tarde se convirtió en el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC)), fue elegido y reelegido para el cargo en mayo de 1970 y mayo de 1974, en ambas ocasiones después de que los principales partidos de oposición se retiraran a finales de la campaña por el alto grado de violencia de los grupos pro-gubernamentales. El 28 de noviembre de 1966 se creó una nueva constitución, firmada y puesto en uso. La constitución indicaba que un presidente debía ser elegido para un mandato de cuatro años. Si había una elección cerrada, habría una segunda vuelta de votación para decidir el ganador. La edad de votar era de dieciocho años, pero las personas casadas menores de dieciocho años también podían votar. Balaguer llevó a la República Dominicana a través de una profunda reestructuración económica, basada en la apertura del país a la inversión extranjera, mientras protegía las industrias de propiedad estatal y de determinados intereses privados. La mayor parte de los primeros nueve años de Balaguer en la presidencia del país experimentaron altas tasas de crecimiento (por ejemplo, una tasa media de crecimiento del PIB del 9.4 por ciento entre 1970 y 1975), mientras que la gente se refería a este suceso como el "milagro dominicano". El exterior, sobre todo la inversión de estadounidense, así como la ayuda extranjera, fluían en el país; el azúcar, para entonces, el producto principal de exportación del país, gozaba de buenos precios en el mercado internacional y el turismo creció enormemente.

Sin embargo, este excelente desempeño macroeconómico no fue acompañado por una distribución equitativa de la riqueza. Mientras un grupo de nuevos millonarios florecía durante las administraciones de Balaguer, los pobres simplemente se convirtieron en más pobres. Es más, los pobres eran generalmente el blanco de represión estatal, y sus reivindicaciones socioeconómicas fueron etiquetadas como "comunista" y tratados en consecuencia por el aparato de seguridad del Estado. En las elecciones de mayo de 1978, Balaguer fue derrotado en su candidatura para un cuarto periodo consecutivo por Antonio Guzmán, del PRD. Posteriormente, Balaguer ordenó a las tropas asaltar la Junta Electoral y destruir las urnas, declarándose el mismo vencedor. El presidente estadounidense Jimmy Carter se negó a reconocer la supuesta "victoria" de Balaguer, y, frente a la negación de ayuda por parte del exterior, Balaguer tuvo que admitir la derrota.

Gobiernos Guzmán/Blanco y retorno de Balaguer

Antonio Guzmán Antonio Guzmán inauguró su gobierno el 16 de agosto, teniendo el país la primera transferencia del poder pacífica de un presidente elegido libremente a otro. A finales de 1970, la expansión económica se desaceleró considerablemente a medida que los precios del azúcar se redujeron y aumentaron los precios del petróleo. Con la inflación y el desempleo creciendo, esto desencadenó una ola de emigración masiva desde la República Dominicana hacia Nueva York.

Las elecciones se celebraron de nuevo en 1982. Salvador Jorge Blanco, del Partido Revolucionario Dominicano derrotó a Bosch y el posible resurgimiento de Balaguer. Durante este periodo se produjo una serie de levantamientos sociales que dio al traste con la popularidad del PRD en el país y regresando a Balaguer al poder en 1986 donde se mantuvo en el cargo durante los próximos diez años. Las elecciones de 1990 estuvieron marcadas por la violencia y la sospecha de fraude electoral. Las elecciones de 1994 también se caracterizó por una violencia generalizada durante la campaña, a menudo dirigida a intimidar a los miembros de la oposición. Balaguer ganó en 1994, pero la mayoría de los observadores sintieron que las elecciones habían sido amañadas. Bajo la presión de los Estados Unidos, Balaguer acordó celebrar nuevas elecciones en 1996. Él mismo no iría.



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